Archivo de la etiqueta: Jerarquía

La jerarquía de residuos en el ámbito alimentario, según WRAP

En una entrada anterior se señalaba cómo el artículo 8 de la Ley 22/2011 de residuos y suelos contaminados establece la muy conocida jerarquía de residuos que «servirá de orden de prioridades en la legislación y la política sobre la prevención y la gestión de los residuos”.

En esta breve entrada se presenta la adaptación que hace WRAP (Waste and Resources Action Programme, Reino Unido) de dicha jerarquía al ámbito de los residuos alimentarios de las empresas que operan en el sector de alimentos y bebidas.

La jerarquía establece que la opción más favorable es la minimización de residuos, es decir, la reducción de la cantidad de materias primas, ingredientes, productos no aprovechados y convertidos en residuos.

La redistribución de alimentos a través de bancos de alimentos o entidades semejantes entre la población más necesitada sería la siguiente opción, que evidentemente está muy condicionada por cuán percedero sea el alimento en cuestión, y por la existencia o no de la capacidad logística necesaria para hacer frente a la clasificación, almacenamiento y distribución segura e higiénica de los excedentes alimentarios.

La tercera opción sería dirigir los residuos/subproductos hacia la alimentación animal. Esta opción es probablemente la más frecuente en muchos subsectores alimentarios, en particular en las industrias de frutas y hortalizas, cervecería, azúcar, y en general, en el procesado de materias primas de origen vegetal.

Estas tres primeras opciones constituirían actividades de prevención, en el sentido de que impiden que alimentos comestibles se conviertan en residuos. Las siguientes opciones constituirían ya operaciones de tratamiento de residuos.

Dentro de estas opciones las más recomendables serían la transformación biológica de los residuos a través de digestión anaerobia y/o compostaje, entendidas estas como operaciones de valorización (reciclaje).

A continuación se situaría la valorización de los residuos a través de su incineración en condiciones controladas para la hacer posible la recuperación y aprovechamiento de la energía generada (en forma de calor, electricidad).

Y, por último, las opciones más desfavorables serían las de eliminación: la incineración sin recuperación energética y el vertido en vertederos o alcantarillado.

 

Prevención y gestión de residuos: definiciones normativas

En dos entradas anteriores se presentaron las definiciones de residuo, residuo doméstico, residuo industrial, biorresiduo, etc., y de subproducto, tal y como establece la Ley 22/2011 de residuos y suelos contaminados, que es la transposición de la Directiva 2008/98/CE.

En la ley también se establecen una serie de definiciones que persiguen distinguir entre prevención, gestión de residuos, recogida, tratamiento, eliminación, valorización, reciclado, etc., que se tratan a continuación.

Antes conviene señalar el artículo 8 de la ley que establece que «la siguiente jerarquía de residuos servirá de orden de prioridades en la legislación y la política sobre la prevención y la gestión de los residuos». Esta jerarquía se suele representar mediante una pirámide invertida para reflejar dichas prioridades:

Jerarquia de residuos

Tenemos entonces como prioridad la prevención (prevention) que tiene que ver con las «medidas adoptadas antes de que una sustancia, material o producto se haya convertido en residuo, para reducir: a) la cantidad de residuo, incluso mediante la reutilización de los productos o el alargamiento de la vida útil de los productos; b) los impactos adversos sobre el medio ambiente y la salud humana de la generación de residuos, o c) el contenido de sustancias nocivas en materiales y productos».

La reutilización (re-use) es por lo tanto una operación de prevención descrita en la norma como «cualquier operación mediante la cual productos o componentes que no sean residuos se utilizan de nuevo con la misma finalidad para la que fueron concebidos».

A continuación tendriamos ya operaciones que constituyen diversas formas de gestionar los residuos, definida la gestión de residuos (waste management) como «la recogida, el transporte y tratamiento de los residuos».

A su vez, recogida (collection): es la  «operación consistente en el acopio de residuos, incluida su clasificación y almacenamiento iniciales con el objeto de transportarlos a una instalación de tratamiento de residuos». Tambien se define en particular la recogida separada (separate collection) como «la recogida en la que un flujo de residuos se mantiene por separado, según su tipo y naturaleza para facilitar un tratamiento específico».

Y por tratamiento (treatment): las operaciones de valorización o eliminación, incluida la preparación anterior a la valorización o eliminación.

Así, por valorización (recovery) se entiende «cualquier operación cuyo resultado principal sea que el residuo sirva a una finalidad útil al sustituir a otros materiales que de otro modo se habrían utilizado para cumplir una función particular, o que el residuo sea preparado para cumplir esa función, en la instalación o en la economía en general».

Dentro de las operaciones de valorización algunas se podrán catalogar también como operaciones preparación para la reutilización (preparing for re-use) definida como «la operación de valorización consistente en la comprobación, limpieza o reparación, mediante la cual productos o componentes de productos que se hayan convertido en residuos se preparan para que puedan reutilizarse sin ninguna otra transformación previa». En el ámbito de las actividades que afectan a los residuos biodegradables generados en la cadena alimentaria no hay muchos ejemplos de este tipo de operaciones.

Las operaciones de valorización de este tipo de residuos generalmente encajan mejor dentro de la categoría de operaciones de reciclado (recycling) que son aquellas mediante las cuales «los materiales de residuos son transformados de nuevo en productos, materiales o sustancias, tanto si es con la finalidad original como con cualquier otra finalidad. Incluye la transformación del material orgánico, pero no la valorización energética ni la transformación en materiales que se vayan a usar como combustibles o para operaciones de relleno». Estas últimas operaciones se corresponderían con otros tipos de valorización.

Por último, la opción menos deseable dentro de la jerarquía de gestión de los residuos es la eliminación (disposal) definida como «cualquier operación que no sea la valorización, incluso cuando la operación tenga como consecuencia secundaria el aprovechamiento de sustancias o energía».

Todos estos términos se han querido reflejar en esta segunda versión de la pirámide invertida de la jerarquía de residuos.

Jerarquia de residuos2