En la literatura científica existen numerosos artículos que tratan sobre la obtención de compuestos antioxidantes (sobretodo compuestos fenólicos) a partir de residuos agroindustriales, generalmente de origen vegetal.
Los autores de este artículo (ver referencia final) trataron de realizar una aproximación industrial a este tema. Realizan un proceso secuencial de selección de las mejores materias primas y de optimización de las condiciones de extracción (hasta escala de planta piloto) con vistas a obtener extractos con elevada capacidad antioxidante, susceptibles de ser empleados en alimentación y/o en cosmética.
El punto de partida son 13 materias primas: residuos de la producción de zumos de remolacha, manzana, pera y fresa, residuos de industrias conserveras de tomate, alcacachofa y espárragos, residuos de cosecha de achicoria, endivia, pepino y crocoli, y dos hierbas medicinales tomadas como referencia por su riqueza en polifenoles: vara de oro (Solidago virgauterea) y hierba pastel (Isatis tinctoria).
En una primera etapa realizaron 65 extracciones sólido-líquido con diferentes disolventes (agua, metanol, etanol, acetona, hexano) y 65 mediante CO2 supercrítico, analizaron el rendimiento de la extracción y la riqueza polifenólica de los extractos. En base a estos datos y a otros criterios (disponibilidad del material, necesidad o no de pretratamientos, criterios comerciales, etc.) descartaron 8 materias primas.
Con las 5 materias primas seleccionadas (vara de oro, residuos de manzana, pera, tomato y alcachofa) obtuvieron 30 nuevos extractos (mediante extracción con etanol o acetona, ambas al 50%, y fraccionamiento posterior con agua, butanol o butanona). Ampliaron los análisis a la medida mediante tres métodos distintos de la actividad antioxidante de los extractos.
Seccionaron así la vara de oro y los residuos de manzana y alcachofa, con los cuales realizaron de nuevo extracciones. En esta tercera etapa dichas extracciones se realizaron a escala de planta piloto. Hicieron un profundo estudio de su actividad antioxidante.
Y además introdujeron los extractos en formulaciones (cremas) cosméticas, comprobando que el poder de conservación de los tres extractos fue similar al de antioxidantes comerciales.
Referencia:
Peschel W., Sánchez-Rabaneda F., Diekmann W., Plescher A., Gartzía I., Jiménez D., Lamuela-Raventós R., Buxaderas S., Codina C. An industrial approach in the search of natural antioxidants from vegetable and fruit wastes. Food Chemistry 2006 97 137–150.