Recientemente el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) ha presentado el borrador para información pública de la Estrategia española de economía circular» (EEEC).
El sector de la agroalimentación es uno de los sectores prioritarios de la estrategia, junto al de la construcción, el sector industrial, el de bienes de consumo y el del turismo.
La estrategia se debe desarrollar a partir de Planes de Acción, el primero de ellos el correspondiente al periodo 2018-2020. Este plan describe 8 ejes de actuación en los que se contemplan un total de 70 actuaciones. Hay 5 ejes específicos (producción y diseño, consumo, gestión de residuos, materias primas secundarias, reutilización del agua) y 3 de carácter transversal (investigación, innovación y competitividad, sensibilización y participación, empleo y formación). La dotación presupuestaria total está estimada en cerca de 837 millones de euros, repartidos como se puede ver en la segunda figura 2.

Figura 1. Ejes de actuación de la Estrategia Española de Economía Circular. Fuente: MAPAMA (2018). España Circular 2030

Figura 2. Distribución por ejes del presupuesto del Plan de Acción 2018-2020 Fuente: elaborado a partir de MAPAMA (2018). España Circular 2030
PRINCIPALES ACTUACIONES EN CUANTO A LOS RESIDUOS Y DESPERDICIO ALIMENTARIOS
Primero destacamos los ejes y las actuaciones más vinculadas al sector alimentario que tienen relación clara con la lucha contra la pérdida y desperdicio de alimentos y con la prevención y gestión de residuos alimentarios.
Eje 1. Producción y diseño
Actuación 8 – Integración Sistema EMAS en políticas sectoriales
La aplicación de un sistema de gestión medioambiental en cualquier empresa, está en vinculada directamente con la prevención de la generación de residuos y otros impactos ambientales (a través de la optimización de su provisión de materias primas, el procesamiento de las mismas, el consumo de agua y energía, etc.) y la mejora de la gestión de los residuos que finalmente se generen.
Esta actuación busca lograr una mayor implantación del sistema de gestión medioambiental europeo EMAS tratanto de de integrarlo en el resto de políticas ambientales sectoriales que haga la Administración General del Estado.
Actuación 9 – Fomento de la sostenibilidad integral de la industria agroalimentaria.
El origen de esta actuación es el Programa de Sostenibilidad de la Industria Agroalimentaria puesto en marcha en 2015 con un horizonte de dos años. La EEEC buscaría dar uso a las herramientas puestas en marcha a través de este programa, concretamente la red REDSOSTAL, el cuestionario de autoevaluación eSIAB, y el Decálogo de la sostenibilidad integral. De algunas de estas cuestiones ya se habló en una entrada anterior.
Eje 2. Consumo
Actuación 15. Implementación de la Estrategia «Más alimento, menos desperdicio» 2017-2020
Se señala que hay que dar continuidad a la estrategia contra el desperdicio puesta en marcha en 2013, centrando los «esfuerzos en aquellos aspectos que anteriormente han tenido un menor desarrollo». No aparecen descritos objetivos cuantitativos concretos, más allá de señalar que desde la UE, la propuesta de reforma de la Directiva Marco de Residuos pide a los estados que:
- Reduzcan el despilfarro de alimentos en cada fase de la cadena alimentaria.
- Lleven a cabo un seguimiento de los niveles de residuos alimentarios.
- Presenten informes con el fin de facilitar el intercambio entre los agentes sobre los progresos realizados.

Dada su ubicación en el eje consumo, se podría interpretar que los esfuerzos desde la administración del estado en la lucha contra el desperdicio alimentario se orientarán prioritariamente en las etapas finales de la cadena alimentaria.
Eje 3. Gestión de residuos
Actuación 20. Revisiones normativas
La estrategia señala que el «paquete de economía circular» de la Comisión Europea en 2015 incluye la revisión de directivas en materia de residuos (la directiva Marco de Residuos, la de envases y residuos de envases, la de vertido de residuos y la de vertederos) que implicarán su transposición a la normativa española. Esto afectará directa o indirectamente a los residuos alimentarios.
Por ejemplo el proyecto de la Directiva Marco de residuos establece objetivos para la reutilización y reciclado de residuos municipales para 2025 (60 %) y 2030 (65 %).
Eje 4. Mercado de materias primas secundarias
Actuación 31. Declaración y fomento de subproductos
En este punto se hace hincapié en el uso de subproductos en el sector de la alimentación animal, sector «que presenta una gran dependencia de la importación de materias primas». La actuación perseguiría aumentar el actual 29 % de materias primas provenientes del reaprovechamiento de desechos de distintas etapas del sector agroalimentario señalando las siguientes:
- Primera etapa: residuos de producción y subproductos de las industrias agroalimentarias.
- Segunda etapa: incorporación de «antiguos alimentos» de las industrias y la distribución.
- Tercera etapa: destríos de la producción primaria (principalmente fruta y verdura).

Subproductos de la industria alimentaria (patatas, restos de zanahoria y de brócoli) en la nave de recepción de la empresa TRASA, a la espera de su procesamiento para la obtención de ensilados para alimentación animal.
OTRAS ACTUACIONES IMPORTANTES PARA EL SECTOR AGROALIMENTARIO
En la EEEC aparecen otras actuaciones no tan directamente orientadas a la prevención/residuos alimentarios o a la lucha contra el desperdicio de alimentos pero también muy importantes de cara a aumentar la sostenibilidad del sector agroalimentario y enmarcarlo dentro del ámbito general de una economía circular:
Eje 5. Reutilización del agua
Este eje de actuación es con diferencia el más importante de del Plan de Acción 2018-2020, puesto que contaría con más de la mitad de la previsión presupuestaria del mismo.
Busca reducir la huella hídrica de la economía a través de la reutilización de aguas residuales. Plantea actuaciones encaminadas a «eliminar las barreras legislativas existentes» (actuaciones 38 y 39) para dicha reutilización; a apoyar proyectos de regadío que tengan como recurso las aguas residuales (actuación 40), a revisar esta cuestión en los Planes Hidrológicos de Cuenca (actuación 41), el fomento de trabajos de investigación en este ámbito (actuación 42), etc.
Eje 1. Producción y diseño
La actuación 7 (Fomento de la etiqueta ecológica europea ECOLABEL) incluye impulsar la «contratación pública verde». Existen ya grupos de trabajo para establecer los criterios correspondientes en distintos ámbitos, entre ellos los servicios de alimentación y marketing.
La actuación 10 persigue el apoyo a la producción ecológica de alimentos. El MAPAMA ha elaborado una estrategia al respecto con 36 lineas de actuación y más de 100 medidas.
Eje 3. Gestión de residuos
En este eje hay diversas actuaciones de carácter transversal que evidentemente afectan a la prevención y gestión de residuos alimentarios, que tienen que ver con el desarrollo y revisión del Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos (PEMAR) y el Programa Estatal de Prevención de Residuos (actuación 20), con aspectos impositivos en materia de residuos (actuaciones 25 y 26), o con la identificación de una red de laboratorios de referencia para el análisis de residuos (actuación 27), entre otras.
Las actuaciones 28 y 29 tienen que ver específicamente con la protección y recuperación de la biodiversidad y los ecosistemas marinos a través de la recogida de residuos («pesca de basuras marinas»).
Eje 4. Mercado de materias primas secundarias
La actuación 35 trata sobre la clarificación de los procesos de reciclado autorizados que permitan la utilización de materiales y objetos de plástico reciclados para entrar en contacto con alimentos.
OTRAS ACTUACIONES DE CARÁCTER TRANSVERSAL
Finalmente hay que señalar que el Plan de Acción 2018-2020 en sus ejes 6, 7 y 8, presentan un buen número de actuaciones (de la 43 a la 70) encaminadas a fomentar la realización de proyectos de investigación (y la transferencia de resultados) enfocados desde múltiples ángulos hacia la transición hacia una economía circular, aumentar la sensibilización y participación de la sociedad en su conjunto (sector público y sector privado, incluyendo al tejido empresarial, agentes sociales, y organizaciones y asociaciones comprometidas con el medio ambiente) en dicha transición; e impulsar políticas de educación, empleo y formación que permitan generar unos recursos humanos cualificados en las capacidades específicas («empleo verde») que esta nueva economía circular va a requerir.
El sector agroalimentario, como el resto de sectores contemplados en la estrategia, deberá ser objeto de estas actuaciones.