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Subproductos y residuos alimentarios en la transformación de vegetales en Navarra

En esta entrada nos hacemos eco de un diagnóstico realizado en 2023 por el Consorcio EDER, en la Ribera de Navarra, titulado «Estudio sobre soluciones técnicas para la gestión y valorización de residuo agroalimentario en la Ribera De Navarra». Es un trabajo centrado en el sector industrial de transformados vegetales, en el que se hace una caracterización de la generación y gestión de restos vegetales (subproductos, residuos, etc.).

El tamaño muestral es muy relevante, puesto que analizan datos proporcionados por 35 empresas de la Ribera, Ribera Alta y Ribera Estellesa de Navarra, muy representativas del sector, incluyendo mayoritariamente conserveras, pero también empresas del sector de congelados, que procesa volúmenes muy elevados en un número reducido de plantas de procesado, así como empresas de primera y cuarta gama.

Materias primas y mermas. Cantidades anuales totales y distribución por categorías de vegetales. Elaboración propia a partir del documento del Consorcio EDER.

Tal y como se puede ver en la figura anterior, las 35 empresas analizadas procesan anualmente una cantidad muy elevada de materias primas, cercana a 800.000 toneladas, que dan lugar a algo más de 570.000 t de productos finales. En este procesado se generan unas mermas o restos del orden de 220.000 toneladas. Suponen, en promedio el 27,5 % de las materias primas, pero este porcentaje varía ampliamente de unas categorías a otras. Así, ronda el 70 % en el caso de las alcachofas, cardo, maíz; el 50 % para espárragos, pimientos, borraja; el 30-35 % para la cebolla, brócoli, acelga, judías verdes, lechugas; el 11-19 % para puerro, patata, guisantes; y del 10 % o menos para tomate, espinacas, coliflor, legumbres, etc.

En cuanto a las materias primas, las 10 primeras categorías de hortalizas suponen el 90 % del total, destacando el tomate, pimiento, brócoli, que suman conjuntamente casi el 50 % del total. En cuanto a las mermas, destaca mucho el pimiento (una cuarta parte de todas las mermas), seguido del brócoli y maiz. Las tres suman el 56 % de todas las mermas. El tomate, al tener un rendimiento en el procesado del 95-90 %, supone solo el 8 % de los restos totales.

Las cantidades globales de materias primas, productos y mermas de este estudio son muchísimo más elevadas que las estimadas por nosotros mismos en un trabajo realizado hace unos años sobre caracterización de residuos y subproductos de la industria alimentaria navarra, que aparece descrito en una entrada anterior. En aquel trabajo subestimábamos mucho la cantidad de subproductos generados en la transformación de vegetales, dado que no teníamos datos fiables de la cantidad de materias primas absorbidas por las empresas del sector.

Como se puede ver en la figura siguiente, en estudio del consorcio EDER se analiza el destino de las mermas, y se concluye que tienen un aprovechamiento como subproductos muy elevado, fundamentalmente para alimentación animal (92 %). En este aspecto sí hay coincidencia con las consideraciones que haciamos en nuestro propio trabajo, en el que señalábamos que el destino de los restos vegetales era casi en su totalidad la alimentación animal, en su mayor parte de forma directa (a través de acuerdos o contratos entre explotaciones ganaderas y las industrias), o previa transformación para la obtención de piensos, en plantas como la de la empresa TRASA, a la cual dedicamos en su día otra entrada.

De acuerdo a los resultados obtenidos en el estudio, la circularidad de la industria de vegetales sería muy elevada, puesto que solo un 4 % de los restos orgánicos generados pasaría a manos de gestores de residuos. Su destino sería en un 60 % procesos de tratamiento biológico (biometanización y compostaje), mientras que un 31 % iría a vertedero.

En el estudio se aportan datos muy interesantes sobre la evolución a lo largo del año de la actividad de las industrias y la generación de mermas. Se observan unas variaciones estacionales muy marcadas. La mayor actividad se da en el tercer trimestre del año, en el que se concentran nada menos que el 60 % de las mermas totales, mientras que en el primer trimestre la actividad se reduce al mínimo, salvo para aquellas materias primas de las que hay disponibilidad a lo largo de todo el año, como las legumbres secas.

La estacionalidad de la producción junto a las características de los restos orgánicos generados (alta humedad) condicionan en gran medida sus posibilidades de aprovechamiento y valorización, más allá de la alimentación animal.

«La trampa de la comida barata»

En parte a consecuencia de las últimas polémicas sobre las «macrogranjas», el pasado 30 de enero, en su sección Clima y Medio Ambiente, el diaro El País publicó un amplio reportaje titulado «La trampa de la comida barata», en la que trata el impacto ambiental derivado de la producción alimentaria en España. El reportaje analiza cinco casos o productos.

Carne de vacuno. El reportaje compara el impacto ambiental de la producción intensiva y extensiva de ganado vacuno, en particular la huella de carbono, ilustrando que el tema es complejo y menos evidente de lo que a priori puede parecer.

Lechuga. Se centra en la producción intensiva de lechuga y en general, de hortalizas, en el Campo de Cartagena, de las consecuencias que tiene sobre la contaminación de las aguas del Mar Menor, derivada de la fertilización y uso de pesticidas; y de la dificultad de revertir la situación, debido a la magnitud del daño acumulado y de la escala de superficie dedicada a esta producción.

Fresas. Trata el impacto de la producción intensiva de fresas en el agotamiento de acuíferos. Habla en concreto de la afectación del humedal de Doñana, debido al desarrollo de plantaciones de regadío en sus inmediaciones.

Carne de cerdo. Señala el crecimiento enorme (más del 50 %) de la producción intensiva de porcino en España, y de su posible vinculación con procesos de desforestación en Brasil y Argentina, orientados a la plantación de soja, uno de los alimentos base de cerdos y pollos. También habla de los efectos negativos (medioambientales, sociales y económicos) que la instalación masiva de este tipo de granjas puede tener sobre los municipios rurales.

Atún rojo. Trata la cuestión de la cría de atún rojo en aguas del mediterráneo con vistas a su engorde y enriquecimiento en grasa, para su exportación posterior principalmente a Japón. Estas granjas marinas emplean grandes cantidades de pescado de especies que podrían destinarse a consumo humano.

El reportaje es extenso, y recoge datos y opiniones diversas, vertidas por los agentes implicados y por investigadores del impacto ambiental de los sistemas de producción de alimentos, así como de expertos académicos en economía agraria.

Residuos y subproductos de la industria alimentaria en Navarra

En esta entrada resumimos un trabajo que hemos realizado para tratar de caracterizar la generación de residuos y subproductos alimentarios durante los años 2017, 218 y 2019 en la industria alimentaria de Navarra, en su conjunto y en sus principales sectores (transformación de vegetales, sacrificio de animales, lácteo, vinícola, malta, producción de aceite de oliva, etc.).

La metodología empleada se resume en la figura 1, y fue en buena medida la recomendada por la Unión Europea a través de la Decisión Delegada (UE) 2019/1597 (ver entrada previa). Por un lado, se emplearon medidas directas sobre residuos alimentarios aportadas en forma de hojas de cálculo por parte de la Oficina de Prevención de Residuos y de Impulso de la Economía Circular (OPREC) del Gobierno de Navarra. Además, para contextualizar y contrastar dichos datos, se analizaron determinados inventarios de residuos publicados por el Gobierno de Navarra.

Por otra parte, se calculó de forma estimativa el conjunto de residuos más subproductos (R+Sb) generado en cada sector industrial a través de ecuaciones de balance de masa basadas en datos estadísticos sobre producción de materias primas y/o productos, y en coeficientes de generación de R+Sb seleccionados tras una revisión bibliográfica. Conocidas las cantidades de residuos y de R+Sb se pudo estimar que parte de los últimos debían ser considerados subproductos.

Figura 1. Esquema de la metodología seguida en el estudio

Adicionalmente, se trató de determinar qué destino tuvieron los diferentes materiales, a qué sistemas de tratamiento fueron sometidos los residuos, y cuáles fueron las formas de aprovechamiento y valorización de los subproductos. Esto último fue más difícil, al menos en términos cuantitativos.

En la figura 2 se presenta una síntesis de los resultados, del balance de materias primas, productos, subproductos y residuos obtenido tras los cálculos y análisis realizados. En base a los datos disponibles, los sectores estudiados y las asunciones realizadas el balance contempla cómo a partir de cerca de 900.000 t de materias primas de origen vegetal y animal, la industria alimentaria daría lugar a unas 620.000 t de productos finales. Más de una tercera parte (250.000 t) serían conservas y congelados vegetales, aunque la cifra real con toda seguridad será mucho mayor a la calculada. Según la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados (Asevec), solo en las seis plantas congeladoras existentes en Navarra se producen ya más de 250.000 t de productos congelados. Por esta razón, lo primero a señalar es que las cantidades calculadas de materias primas y productos y, por lo tanto, de residuos y subproductos, subestiman las cantidades reales.

En cualquier caso, la cifra global obtenida de R+Sb es muy importante, en torno a 230.000 t anuales. La mayor parte surge del procesamiento de materias primas de origen vegetal, en particular del sector de transformación de hortalizas que generaría más de 100.000 t de R+Sb al año.

Por su parte, en lo que se refiere a productos de origen animal, los R+Sb producidos en los mataderos (unas 60.000 t al año) representarían en torno al 75% de los R+Sb de origen animal, siendo el sacrificio de aves el segmento con diferencia más destacado.

Del conjunto de los R+Sb generados, se ha determinado que únicamente un 11-18 % del total adquiere la condición de residuos y es gestionado como tal (26.000-40.000 t). La biometanización es el método de tratamiento más generalizado, aplicándose a casi la mitad de los residuos de origen animal y a más del 75 % de los de origen vegetal. El compostaje se aplica en menor medida, aunque es importante también para los residuos de origen animal. La eliminación en vertedero afectaría a menos del 5 % de los residuos alimentarios, apenas nada a los de origen vegetal, ascendiendo hasta un 14 % para los de origen animal.

Figura 2. Resumen de los resultados obtenidos (valores redondeados en base a los promedios de los años 2017, 2018 y 2019)

El 82-89 % restante de los R+Sb, nada menos que unas 200.000 t, pertenecerían a la categoría de subproductos, al asumir en el trabajo que no llegan a adquirir la consideración de residuos debido a que son valorizados o aprovechados. La forma en que se concreta esta valorización es relativamente conocida, aunque la precisión de dicho conocimiento varía ampliamente en función del sector considerado.

El sector que genera más subproductos es evidentemente el de transformación de vegetales que produciría en torno a 90.000 t de subproductos, estimación mucho menor de la cifra real, por los motivos señalados antes (para corroborarlo, ver entrada posterior sobre un estudio realizado por el Consocio EDER en 2023. En este estudio sobre una muestra amplia pero no completa de las empresas de este sector, la cifra de subproductos ronda el valor de 200.000 t). En cualquier caso, lo que sí parece claro es que el destino final es, casi en su totalidad, la alimentación animal, bien de forma directa (a través de acuerdos o contratos entre explotaciones ganaderas y las industrias), o previa transformación para la obtención de piensos, en plantas como la de la empresa TRASA, tal y como se describe en una entrada previa.

Figura 3. Vista de subproductos vegetales recepcionados en la empresa TRASA. Esta empresa recibe anualmente entre 10.000 y 12.000 t de subproductos de conserveras y congeladoras del Valle del Ebro.

El siguiente sector en importancia sería el de sacrificio de animales. Se ha estimado que de las 60.000 t de SANDACH generadas en los mataderos navarros, la mayor parte (entre 42.000 y 55.000 t) no serían gestionadas como residuos, y por lo tanto deben estar siendo valorizadas como subproductos, en principio para la obtención de productos derivados como harinas de carne, gelatinas, colágenos, etc., aunque no se ha podido contar con ningún dato concreto al respecto.

En otros sectores, como el quesero o el del aceite de oliva, existen también importantes incertidumbres en lo que respecta al destino de los subproductos generados, el lactosuero (17.000 t) y el alperujo (18.000 t), respectivamente. Aunque se desconoce en qué proporción, se sabe que parte de ambos se redirige también a alimentación animal.

En el sector de industrias de cereales de primera transformación (harineras, arroceras, malteras), solo se ha considerado el sector de la malta. En Navarra hay una importante planta maltera en la localidad de San Adrián, que produce unas 150.000 t de malta al año. En base a los datos disponibles y los cálculos realizados se ha estimado que la planta daría lugar a alrededor de 6.000 t de desechos (raicillas y finos de malta), de las cuales unas 1.000 se gestionarían como residuos y 5.000 como subproductos, empleados para alimentación animal.

En el trabajo no se pudo realizar una cuantificación de los R+Sb generados en el sector de las industrias de cereales de segunda transformación (panificación, galletería, bollería, pastelería, pastas alimenticias, etc.), por no contar con datos precisos sobre materias primas, productos, ni coeficientes de R+Sb. No obstante, sí se ha podido saber que una parte importante de los subproductos generados en estas industrias se derivan a empresas gestoras que los clasifican, secan y trituran para obtener «harinas de galleta» para alimentación animal. Ejemplos de estas empresas son PROMIC y OLISEFI.

De todo lo anterior, resulta evidente algo ya conocido, que el destino más habitual de los subproductos industriales alimentarios es la alimentación animal, en particular cuanto se trata de subproductos de origen vegetal. En el trabajo se ha estimado que aproximadamente la mitad (51 %) de los subproductos de la industria alimentaria de Navarra se emplearían para alimentar animales, es decir, unas 100.000 t. No obstante, en base a lo que se ha señalado en párrafos anteriores, la cifra real probablemente sea mayor.

El sector que mejor se ha podido caracterizar en este trabajo es, sin duda, el vinícola, tanto en relación al volumen como al destino y formas de valorización de los subproductos generados. La casi totalidad de los orujos y lías de las bodegas navarras (20.000-27.000 t) van a parar a una única empresa (AGRALCO, situada en Estella, ver entrada previa) que puede definirse como una biorrefinería en la que son sometidos a múltiples procesos de valorización y depuración (figura 4) dando lugar a diferentes productos, como alcohol, colorante, aceite de semillas, tartratos, fangos agrícolas, además de energía térmica a través de la incineración de los residuos restantes. Es por lo tanto el sector de la industria alimentaria con el mayor grado de “circularidad” en la gestión de los flujos de materiales orgánicos generados.

Figura 4. Esquema de los productos y recursos obtenidos en AGRALCO en la valorización y depuración de subproductos vinícolas (elaborado a partir de información aportada por la empresa en mayo de 2019)

Como conclusión, el trabajo realizado ha permitido obtener una visión preliminar de la situación que, más allá de en qué medida los resultados obtenidos se acercan a la realidad, ha permitido identificar en qué aspectos habría que incidir en próximos estudios para obtener estimaciones más precisas en relación al volumen, naturaleza y origen de los distintos residuos y subproductos y, sobre todo, con respecto a su destino, a la forma en que son utilizados o valorizados.

Valorización de naranjas urbanas

En esta noticia de El País se habla del aprovechamiento de las naranjas producidas en los 50.000 naranjos que constituyen buena parte del arbolado urbano de la ciudad de Sevilla. Se recogen varios millones de kg de naranjas al año que se aprovechan para la obtención de aceites esenciales y fragancias, para alimentación animal (cabras), para la producción de biogás y para la obtención de abonos a través de compostaje.

 

Proyecto europeo REFRESH – Balance final

En el año 2019 finalizó el proyecto de la UE REFRESH (Resource Efficient Food and dRink for the Entire Supply cHain, 2015-2019), el que participaron 26 socios de 12 países europeos y China. En esta entrada se hace un resumen de sus principales resultados.

1. Videos

Las principales actividades y resultados de REFRESH para combatir el desperdicio de alimentos se presentan en cuatro videos:

2. Folleto de resultados finales

El folleto de resultados finales REFRESH proporciona una descripción general de 15 páginas del trabajo realizado dentro del proyecto, que incluye información clave y enlaces a los resultados que están disponibles en línea.

3. El enfoque de los acuerdos voluntarios como marco de acción

Uno de los ejes del proyecto fue el de apostar por la creación de acuerdos voluntarios (AV) entre los agentes involucrados en el problema de las pérdidas y desperdicio de alimentos para reducirlo: crear asociaciones, impulsar el cambio: un enfoque voluntario para reducir el desperdicio de alimentos. El siguente pdf interactivo está diseñado como una guía que describe los cinco pasos clave necesarios para construir acuerdos voluntarios exitosos. utiliza ejemplos prácticos de varios programas nacionales, así como el programa de referencia WRAP de Reino Unido.

4. Resúmenes de políticas

En el proyecto REFRESH se han publicado resúmenes de políticas sobre cuatro temas: en el campo de la valorización, el desperdicio de alimentos de consumo, las prácticas comerciales desleales y los acuerdos voluntarios.

5. Recomendaciones de política para mejorar la prevención y la valorización del desperdicio de alimentos en la UE

Este informe presenta una serie de recomendaciones de políticas basadas en investigaciones realizadas dentro de REFRESH para reducir el desperdicio de alimentos a lo largo de toda la cadena de suministro y mejorar la gestión de los flujos excedentes de alimentos y desperdicios de alimentos a nivel europeo.

6. Marco de evaluación para proyectos de innovación

Este informe presenta un conjunto de estudios de casos de proyectos de innovación en Alemania, Países Bajos, Hungría y España, que demuestran acciones para reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos.

7. FoodWasteEXplorer

FoodWasteEXplorer es una base de datos gratuita, en línea, con capacidad de búsqueda de datos de composición de residuos de alimentos. Se habló de ella en una entrada previa.

8. FORKLIFT

FORKLIFT es una herramienta de aprendizaje que permite hacer una evaluación del impacto ambiental (en concreto del efecto en la emisión de gases de efecto invernadero) y de los costes asociados a la forma de utilización de 6 ejemplos de subproductos/residuos del procesamiento de alimentos. También se describió en una entrada previa.

9. Test sobre valorización del desperdicio de alimentos

Una especie de juego que permite descubrir qué nuevos productos se pueden obtener a partir de subproductos de la industria alimentaria.

10. Seminarios web

REFRESH Community of Experts (CoE) ha lanzado una serie de cuatro seminarios web sobre «Cómo abordar el desperdicio de alimentos en la cadena de suministro». La serie demuestra cómo los formuladores de políticas, fabricantes, minoristas, distribuidores, municipios y muchas más organizaciones involucradas en la cadena de suministro de alimentos pueden abordar eficazmente el desperdicio de alimentos:

 

Refresh y la herramienta FORKLIFT para análisis de ciclo de vida

En la conferencia final del proyecto REFRESH, en el espacio específico dedicado a la valorización de residuos/subproductos/excedentes alimentarios, se presentó la herramienta FORKLIFT (FOod side flow Recovery LIFe cycle Tool).

El objetivo de FORKLIFT es proporcionar una herramienta para los responsables políticos, investigadores, profesionales, empresas y otras partes interesadas en las posibilidades de utilización/valorización de los residuos/subproductos alimentarios para evaluar las mismas a través de un enfoque de ciclo de vida accesible, sin necesidad de realizar un análisis detallado del ciclo de vida (ACV).

En formato de hoja de cálculo, y basándose en el enfoque de ciclo de vida, esta herramienta permite hacer una evaluación del impacto ambiental (en concreto del efecto en la emisión de gases de efecto invernadero) y de los costes asociados a la forma de utilización de 6 ejemplos de subproductos/residuos del procesamiento de alimentos:

  1. Orujo de manzana
  2. Sangre de cerdo
  3. Bagazo de cerveza
  4. Orujo de tomate
  5. Suero lácteo
  6. Torta de prensado de semillas oleaginosas

Estos flujos de residuos se seleccionaron entre los 20 flujos principales identificados previamente en el propio proyecto REFRESH como los más importantes y con más posibilidades de valorización (ver entrada previa).

FORKLIFT ha sido construido para permitir evaluaciones para cada uno de estos flujos de residuos. En cada uno de ellos se han modelado diferentes opciones de procesamiento, desde la eliminación de residuos hasta la producción de otros productos de valor añadido. Los inventarios de procesamiento aplicados por defecto se han modelado sobre la base de procesos comercialmente demostrados siempre que ha sido posible.

Estos valores predeterminados proporcionan un punto de referencia a partir del cual los usuarios pueden modificar parámetros clave como la distancia de transporte, la energía, los rendimientos y los precios asociados para comprobar su influencia en el coste del ciclo de vida y el impacto de los gases de efecto invernadero. Los resultados se muestran junto a los productos de referencia equivalentes elaborados a partir de materias primas cuya función es, en general, similar.

Los autores explicitan claramente que FORKLIFT está sujeta a una serie de limitaciones como son:

  • FORKLIFT evalúa un sistema estático. Las intervenciones a gran escala sólo son razonablemente posibles para los estudios a gran escala, con menos opciones e intervenciones de mercado claras.
  • FORKLIFT no proporciona resultados sobre las recomendaciones políticas. Sin embargo, es útil revelando los puntos críticos de las diferentes opciones de valorización y proporciona información sobre los efectos de ciertas opciones.
  • FORKLIFT se basa en datos genéricos, pero los datos de inventario del proceso utilizados en los parámetros clave se han basado en casos particulares. La escala puede tener impacto, por lo que los parámetros son modificables. Debe quedar claro en cualquier caso que, a la hora de la toma de decisiones específica de empresa, FORLIFT no debe emplearse como un sustituto de los cálculos sobre la huella de carbono o de costes.
  • En definitiva, los autores señalan que FORKLIFT no debe utilizarse como una herramienta precisa para las decisiones de inversión ni para la comunicación externa de impactos y costes. Sin embargo, puede revelar puntos críticos de las diferentes opciones de valorización y dar indicaciones sobre los efectos de ciertas opciones. En este sentido es una herramienta de aprendizaje muy útil.

Documentos de referencia para la herramienta FORKLIFT: D.5.4 Simplified LCA & LCC of food waste valorisation D6.10 Valorisation spreadsheet tools

A continuación se presentan enlaces a los documentos de referencia para esta herramienta y a otros resultados de REFRESH vinculados a la aplicación de Life Cycle Assessment (LCA) y Life Cycle Cost (LCC) para la reducción de la generación y valorización de residuos y la mejora de la sostenibilidad del sistema agroalimentario:

REFRESH 2018: FORKLIFT – Valorisation spreadsheet tool. Enlace a la página desde la que se descargan las herramientas y también el documento anexo demostrativo (FORKLIFT Annexes: D6.10 Valorisation spreadsheet tools. Learning tool for selected food side flows allowing users to indicate life cycle greenhouse gas emissions and costs)

Östergren, Karin; Scherhaufer, Silvia; De Menna, Fabio; García Herrero, Laura; Gollnow, Sebastian; Davis, Jennifer;  Vittuari, Matteo (2018), D5.4 Simplified LCA & LCC of food waste valorization, Description of standardised models for the valorisation spreadsheet tool for life-cycle assessment and life-cycle costing

Liu, Gang; Xue, Li; Cao, Zhi; Prass, Neele; Gollnow, Sebastian; Davis, Jennifer; Scherhaufer, Silvia; Östergren, Karin; De Menna, Fabio; García Herrero, Laura; Vittuari, Matteo. 2019. Integration of LCC and LCA results to higher system levels. REFRESH Deliverable D5.6.

De Menna, Fabio; Davis, Jennifer; Bowman, Martin; Brenes Peralta, Laura; Bygrave, Kate; Garcia Herrero, Laura; Luyckx, Karen; McManus, William; Vittuari, Matteo; van Zanten, Hannah; Östergren, Karin. 2019. LCA & LCC of food waste case studies. Assessment of food side flow prevention and valorisation routes in selected supply chains. REFRESH Deliverable D5.5.