Francia es uno de los países que más decididamente está actuando en contra de las pérdidas y desperdicio alimentario, tanto desde el punto de vista de las políticas gubenarmentales como desde el ámbito de la sociedad civil.
En esta entrada se hace referencia a cuatro iniciativas que tienen que ver con la recuperación de frutas y hortalizas desperdiciadas en las distintas etapas de la cadena alimentaria, particularmente en el segmento de la distribución alimentaria, evitando su pérdida y deterioro a través de su transformación en productos derivados (compotas, mermeladas, confituras, sopas, cremas, etc.).
Elixir Saveurs Solidaires es una iniciativa puesta en marcha en Burdeos consistente en una «unidad de transformación innovadora de frutas y verduras contra el despilfarro alimentario«. Persiguen recoger excedentes de agricultores, cooperativas, mercados y comercios, transportarlos a la unidad, transformarlos en productos de cuarta gama, purés, compotas, confituras, conservas, etc., y comercializarlos en grandes superficies, comercios, restauración y colectividades, así como donar una parte para ayuda alimentaria. Según esta noticia de prensa, el proyecto tiene un montante total de 1,6 millones de euros, subvencionado en un 40 % por las administraciones municipal, de la región y del Departamento; y el resto por empresas de economía social y solidaria. El proyecto está apoyado entre otros por el Banco de Alimentos de Burdeos. La puesta en marcha de la unidad de transformación está prevista para enero de 2018. Se localizará en el Ecoparque de Blanquefort. Está dimensionada para lograr dar salida a unas 1.000 toneladas de productos al año y empleo a unas 20 personas (la mayor parte reservado a personas desfavorecidas). En el artículo se señala que en la región de La Gironde dejan de venderse 14.000 toneladas de productos al año, y que el Banco de Alimentos de la región es capaz de recuperar 1.600 toneladas.
En el artículo se habla de otra iniciativa contra el despilfarro desarrollada también en la zona de Burdeos, llamada Le Bocal Local. Parece ser una iniciativa más modesta, que se centra en recuperar frutas y hortalizas excedentarias de pequeños productores locales. Si están en buen estado las redirigen hacia la ayuda alimentaria y, si no lo están suficientemente, las transforman en compotas, potajes, mermeladas, etc.
En otro artículo se describe una iniciativa parecida a las anteriores (aunque a una escala menor) en otra región francesa, en la localidad de Cognin, a 100 km de Lyon. Se trata de la Conservera Solidaria J’aime BOC’OH. Trabaja con dos supermercados que le proporcionan principalmente frutas con las que elabora mermeladas y chutneys. También colabora el Banco de Alimentos de Saboya. Trabajan 5 personas, 3 de ellas bajo el paraguas de contratos de inclusión social. Parece haber sido una inciativa desarrollada con cierto apoyo de la administración local y regional, pero financiada también a través de pequeñas y múltiples contribuciones privadas. En este vídeo se explica el proyecto.
Y, finalmente, otro ejemplo semejante en Paris, en Romainville (Ile de France). Se trata de la Confiture Re-Belle, dedicada a la elaboración y comercialización de mermeladas de frutas recuperadas de mercados. Fue puesta en marcha por parte de «miembros del movimiento Disco Soup, sensibilizado frente al despilfarro alimentario, y con el apoyo de la asociación A Table citoyens!, implicada en el consumo responsable y la creación de empleos locales».