Pérdidas y desperdicio de alimentos en Francia

Francia es uno de los países europeos que más están desarrollando políticas e iniciativas en la lucha contra el desperdicio alimentario. A través del Pacto Nacional para luchar contra el desperdicio de alimentos Francia tiene el compromiso de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos para el año 2025 y en este sentido desarrolló la Ley 2016-138 (11 de febrero de 2016).

La lucha contra el desperdicio de alimentos requiere avanzar en una cuestión básica que es el diagnosticar la magnitud real del problema.

En esta entrada se resumen algunos datos del documento publicado en 2016 por la «Agence de l’Environnement et de la Maîtrise de l’Energie» (ADEME), titulado «Pérdidas y desperdicio de alimentos – inventario y gestión en cada etapa de la cadena alimentaria«. El documento completo en francés, y el resumen ejecutivo en francés y en inglés se pueden encontrar en el siguiente enlace.

En el documento presentan los resultados de un estudio completo de las pérdidas y desperdicio de alimentos (PDA) a lo largo de la cadena alimentaria (producción, transformación, distribución y consumo en hogares y restauración). Dan datos globales y también diferenciando distintos tipos de productos.

Como concepto de PDA emplean uno semejante al planteado por la FAO, es decir, contemplan únicamente las partes comestibles de los alimentos (destinados a consumo humano) que se pierden a lo largo de la cadena alimentaria.

El estudio cifra las PDA globales en 10 millones de toneladas al año, es decir 150 kg per capita. En términos económicos valoran esto en 16.000 millones de euros, y en términos medioambientales en 15,3 millones de toneladas de equivalentes de CO2.

Señalan que una parte de los 10 millones (menos de 2 millones) de PDA se deriva a alimentación animal. Indican que esta cantidad no estaría contemplada en la estadística de «food waste» si se utilizase el concepto y la metodología FUSIONS.

La distribución de las PDA en los distintos segmentos de la cadena alimentaria es la siguiente:

  • Producción: 32 %
  • Transformacion: 19 %
  • Distribución: 14 %
  • Consumo: 33 %

Destaca el hecho de que la proporción asignada al sector primario y a la distribución es superior a la señalada en otros estudios realizados a nivel europeo (ver entrada previa), mientras que lo correspondiente a la etapa de consumo es claramente menor (33 %, 50 kg per capita).

También destaca el hecho (figura siguiente) de que en consumo las pérdidas en restauración son superiores, en términos relativos, a las pérdidas en los hogares. Así, mientras que únicamente el 15 % de la comida es consumida en restauración, la proporción de las PDA en consumo debidas a la restauración asciende al 42 %.

El 58 % restante se corresponde a las PDA en los domicilios. En los hogares franceses se desperdician 29 kg por habitante y año, que es un valor cercano al observado en los pocos estudios existentes en España y Cataluña, y de nuevo mucho menor al descrito por la FAO, y en menor medida por otros estudios a nivel europeo (ver entrada previa).

Cuando se analizan los resultados de los distintos tipos de productos se observan diferencias tanto en cuanto a la magnitud de las PDA como a su distribución en la cadena alimentaria. Los porcentajes de pérdidas en peso estimados en el estudio son:

  • Verduras: 24 %
  • Frutas: 22 %
  • Grandes cultivos (trigo, patata, etc.): 20 %
  • Productos de origen animal: 13 %

Las frutas y hortalizas se pierden en gran medida en la etapa de producción, mientras que los productos de origen animal se desperdician más en la etapa de consumo.

Una cuestión interesante que se analiza en el estudio es el valor económico de las pérdidas. Hacen estimaciones y destacan que el valor comercial unitario de las pérdidas se va incrementando conforme se va avanzando en la cadena alimentaria. Evaluan el valor comercial de las PDA de la siguiente forma:

  • 2 630 € por persona trabajadora en la etapa de producción primaria.
  • 4 970 € por persona trabajadora en las industrias alimentarias.
  • 6 260 € por persona trabajadora en el sector de la distribución.

Si bien los productos de origen animal tienen pérdidas del 13 % en peso, claramente menos que otros productos, el valor económico y el impacto medioambiental de las mismas es mucho mayor. El estudio estima que las pérdidas de productos de origen animal suponen el 54 % y el 82 % del valor total y de las emisiones de gases de efecto invernadero del conjunto de las PDA, respectivamente.

 

En Francia hay otros estudios de este tipo. Destacan los trabajos publicados por el INRA (Institute National de la Recherche Agronomique). En los siguientes enlaces se pueden encontrar las presentaciones realizadas en unas jornadas coloquio sobre el tema, y su publicación posterior en un número de una revista editada por el INRA:

 

 

 

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