Archivo de la categoría: Pérdidas y desperdicio

AECOC – Alimentación sin desperdicio

La organización AECOC es una de las mayores asociaciones empresariales de España, de la que son socios un gran número de empresas fabricantes y distribuidores de distintos sectores, incluido el agroalimentario.

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Desde hace unos años AECOC impulsa el proyecto «La alimentación no tiene desperdicio» con el objetivo de coordinar, fomentar y divulgar iniciativas destinadas a reducir las pérdidas y desperdicio de alimentos en los distintos eslabones de la cadena alimentaria.

Rescate de frutas y hortalizas «feas»

Una de las causas de las pérdidas de alimentos en los países del norte es la no comercialización de productos hortícolas por el mero hecho de no cumplir con los estándares estéticos (forma, calibre, etc.) exigidos por las normativas y por el sector de la distribución.

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En este enlace se hace referencia a una inciativa de unos estudiantes universitarios alemanes que han creado una start-up, a través de la cual actúan como intermediarios entre productores y consumidores para dar salida a este tipo de productos.

Desperdicio de alimentos en los hogares españoles

EL HUFFINGTON POST publica hoy un reportaje sobre el desperdicio de alimentos en España, haciendo referencia fundamentalmente al desperdicio en los hogares.

El reportaje se basa fundamentalmente en un estudio encargado y publicado en enero de 2016 por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama).

IMG_20151019_231744La principales conclusiones del informe son que:

  •  En los hogares españoles se desperdicia el 4,53 % del todos los alimentos comprados. Esto supone el desperdicio d alrededor de 1.326 millones de kg al año.
  • Se desperdician más los productos frescos que los procesados. Así 8 de cada 10 hogares tiran alimentos sin procesar a la basura, por no considerarlos en buen estado, mientras que 3 de cada 10 tiran parte de las recetas prepraradas, siendo mayor la cantidad que se desperdicia de la nevera que del plato.
  • Las frutas, verduras y el pan son los alimentos más desechados, representando el 48,1 % del volumen de desperdicios.
  • En primavera-verano se desperdicia un 9,4 % más que en otoño-invierno.

Sobre este tema ya se realizó una entrada anterior haciendo referencia a un estudio realizado en 2012 por parte de Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios (HISPACOOP). Los resultados de ambos informes parecen bastante coherentes.

Residuos y subproductos de la industria alimentaria en Navarra

En el siguiente documento se realiza una estimación de la cantidad de residuos más subproductos (R+Sb) generados en los principales sectores de la industria alimentaria en Navarra.

Para ello se buscaron datos estadísticos de distintas fuentes (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Gobierno de Navarra, MERCASA, etc.) sobre la producción de materias primas y/o productos procesados, a los que se les aplicó diversos coeficientes para calcular la cantidad de R+Sb. Estos coeficientes se obtuvieron a partir de referencias previas como AWARENET, PROBIOGAS, y otras.

La cantidad global obtenida ronda las 200.000 toneladas anuales, procedentes principalmente del procesado de cereales (harina, malta), hortalizas (sobre todo tomate, en menor medida alcachofa, espárrago, etc.), sacrificio de animales (sobre todo aves y porcino), y también del sector lácteo (queso), vinícola y del aceite de oliva.

Conviene señalar que una gran parte (que no se ha podido cuantificar con precisión) de estos R+Sb tienen un aprovechamiento inmediato, por lo que deben ser considerados como subproductos, y no como residuos (ver la distinción entre uno y otro en una entrada anterior).

Proyecto FUSIONS y concepto Food Waste

FUSIONS es el acrónimo de Food Use for Social Innovation by Optimising Waste Prevention Strategies, un proyecto de la UE para los años 2012-2016, en el que participan 21 socios de 13 países, incluyendo universidades, institutos de investigación, asociaciones de consumidores y empresas. Además cuenta con la colaboración de más de 200 organizaciones europeas.

El proyecto persigue contribuir a :

  • Armonizar la monitorización del «Food Waste».
  • Mejorar la comprensión de la medida en que la innovación social puede reducir el «Food Waste».
  • El desarrollo de guías para una política común en la UE-27 con respecto al «Food Waste».

En las líneas anteriores el término «food waste» podría traducirse por «residuos alimentarios» o por «desperdicio de alimentos». Cualquiera de los dos términos encajaría sin problemas. Veamos entonces… ¿qué entiende FUSIONS por food waste?.

En julio de 2014 publicó un documento (FUSIONS Definitional Framework for Food Waste) en el que daba la siguiente definición:

Food waste is any food, and inedible parts of food, removed from the food supply chain to be recovered or disposed (including composed, crops ploughed in/not harvested, anaerobic digestion, bio-energy production, co-generation, incineration, disposal to sewer, landfill or discarded to sea)”

Es decir,

«Residuo alimentario es cualquier alimento, y partes no comestibles de alimento, separado de la cadena de suministro de alimentos para ser recuperado o desechado (incluyendo el compostaje, las producciones no cosechadas, la digestión anaerobia, la producción de bio-energía, la co-generación, la incineración, y el vertido por alcantarillado, en vertedero o al mar)»

Para entender mejor la definición conviene describir el marco técnico que establece FUSIONS en relación a los flujos de recursos en el sistema agroalimentario (ver siguiente figura).

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En FUSIONS se tienen en cuenta todos los materiales alimentarios retirados en las distintas etapas de la cadena alimentaria, tanto las partes comestibles (lo que se correspondería con las pérdidas y desperdicio de la FAO) como las no comestibles (las «non food parts» que no entraban dentro de la definción de pérdidas y desperdicio de la FAO).

Un aspecto interesante de la propuesta de FUSIONS es que no considera todos estos materiales como residuos, sino que su calificación depende de su destino, distinguiendo dos grupos:

  • Los materiales B-i «Valorización y conversión», destinados a alimentación animal o al procesado para la obtención de biomateriales y bioquímicos.
  • Los materiales B-ii «Food waste» o «Residuos alimentarios», entre los que se consideran los eliminados mediante vertido (vertedero, alcantarillado, producciones no cosechadas, descartes) o incineración, pero también los valorizados o aprovechados mediante compostaje, digestión anaerobia y aprovechamiento energético (bioenería, cogeneración).

¿Hasta que punto son coherentes estas definiciones y este marco técnico con las definiciones de residuo biodegradables y bioresiduos y los procedimientos de gestión de residuos descritos en la normativa europea?

  • Los materiales B-ii entrarían dentro de la categoría de residuos biodegradables (algunos de ellos también biorresiduos, pero no todos) y podrían ser sometidos a los diferentes sistemas de gestión de residuos previstos en la normativa.
  • Por su parte, los materiales B-i no se clasificarían como residuos, y posiblemente tendrían encaje en la definición de subproductos de la legislación europea.

Y para terminar, indicar que en una entrada posterior se habla del concepto de Residuo alimentario (food waste) finalmente adoptado en la última revisión de la Directiva europea de residuos (Directiva 2018/851) y se compara con la definición FUSIONS y con otros marcos de definiciones.