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Residuos/subproductos de la industria alimentaria (España)

En el siguiente documento se pretende realizar una estimación de los residuos/subproductos generados en la industria alimentaria española, con datos de los años 2009 a 2013, y comparar los datos obtenidos con los publicados en AWARENET en 2004, correspondientes a finales del siglo XX.

El estudio se ciñe al eslabón de la cadena alimentaria correspondiente al procesado de alimentos, a la industria alimentaria. Los datos aquí representados se corresponden con las cantidades de materiales que se generan en los procesos de obtención industrial de productos alimentarios, durante el procesado de las materias primas. Son estimaciones de las partes de las materias primas que no van a formar parte del producto final. Estas partes después podrán ser consideradas bien residuos, bien subproductos, según su destino.

La metodología seguida para realizar las estimaciones es similar a la descrita en la siguiente referencia:

AWARENET (2004). Handbook for the prevention and minimisation of waste and valorisation of by-products in European agro-food Industries. Depósito legal: BI-223-04.

Esta publicación fue el resultado de un proyecto financiado por la UE (Proyecto nº GRD1-CT2000-28033), de nombre “Agro-Food Wastes Minimisation and Reduction Network – AWARENET”. En el proyecto participaron diferentes entidades y empresas europeas. La coordinación fue a cargo del Centro Tecnológico Gaiker (www.gaiker.es), situado en Vizcaya.

Este documento aparece citado en numerosos documentos relacionados con la generación y gestión de residuos alimentarios en la Unión Europea.

http://issuu.com/arozarena/docs/residuos_y_subproductos_ia?e=16973517/31622300

Gestión de residuos municipales en España (3)

Continuando con el análisis iniciado en la entrada anterior, en la siguiente figura se puede comparar cómo se gestionan los residuos municipales en diferentes países europeos y dónde queda colocada España al respecto. La figura representa la proporción de residuos (de todo tipo, biodegradables y no biodegradables) sometida a eliminación (diferenciando vertido e incineración) y a algún tipo de reciclado (reciclado de envases, recuperación de materiales, cartón y papel,…,, incluyendo también los tratamientos biológicos de los residuos biodegradables).

Gestion residuos municipales en paises europeos

España se sitúa por debajo de la media (UE-27) en reciclado e incineración, y muy por encima en vertido. Se observa que en determinados países del norte de Europa el vertido de residuos municipales prácticamente ha desaparecido, gracias a un incremento muy importante de las operaciones de reciclado, y también de la apuesta por la incineración.

La Directiva 1999/31/CE (transpuesta en España a través del Real Decreto 1481/2001 por la que se regula la eliminación de residuos en depósito de vertedero) es la norma europea de referencia con respecto al vertido de residuos. En esta directiva se estableció como objetivo para los países de la UE la reducción del vertido de residuos municipales biodegradables (RMB) para el año 2016 a niveles del 35 % de los RMB generados en el año 1995. Se establecieron una serie de objetivos intermedios (75 % en el 2006, 50 % en el 2009).

En 2006 en España se logró alcanzar un valor del 65 %, cumpliendo el nivel de reducción perseguido, pero no ocurrió lo mismo con el objetivo de 2009. El objetivo marcado por el Programa Estatal de Prevención de Residuos 2014-2020 para el año 2016 es vertir un máximo de 4.176.950 toneladas, que se corresponde con el 35 % de los residuos biodegradables municipales generados en 1995.

No es sencillo encontrar datos oficiales en relación a cómo está la situación al respecto en España. En la «Jornada de residuos, los nuevos retos de la Gestión de Residuos de competencia municipal«, celebrada en el año 2014, la Directora General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural del MAGRAMA, en su presentación «La gestión de residuos en España» señala que en el año 2012 el porcentaje alcanzado fue del 47 %. Es decir, que ese año se vertieron alrededor de 5,6 millones de t de residuos municipales biodegradables, exactamente 5.632.390 t, tal y como apareció posteriormente en el Plan Estatal Marco de Gesión de Residuos PEMAR 2016-2020, aprobado en noviembre de 2015. Este valor que tendría que ser rebajado en más de 1,4 millones de t para cumplir el objetivo fijado para el 2016.

Gestión de residuos municipales en España (2)

Esta entrada junto a otra anterior y la siguiente pretenden ofrecer una panorámica sobre la situacion actual de la generación de residuos de competencia municipal en España.

En la siguiente figura aparece representado el itinerario que siguen los residuos generados en los municipios a través de las distintos tipos de instalaciones de gestión existentes. Para cada tipo de instalación existen unas entradas de residuos y unas salidas, bien de productos finales, bien de productos intermedios y residuos que se trasladan a otras instalaciones. Todo esto aparece cuantificado en su mayor parte en la figura. Los datos se corresponden al año 2012 y se han recogido del informe 2013 sobre gestión de residuos publicado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Itinerario Residuos Municipales_Blog

Nos centraremos sobretodo en los residuos biodegradables.

El primer hecho a constatar es una constante en la gestión de residuos municipales en España: la recogida separada de residuos todavía es muy reducida, supone el 15 % del total. Este porcentaje se incrementa de una forma muy lenta año a año. Este es uno de los principales talones de aquiles del sistema, que condiciona notablemente las posibilidades de reciclado posterior de los residuos.

Los residuos biodegradables procedentes de recogida separada son por un lado el papel y cartón (alrededor de 1 millón de toneladas) y por otro la fracción verde (FV, 0,25 millones de t) y la fracción orgánica recogida separadamente (FORS, 0,55 millones de t). Estas dos últimas van a parar casi exclusivamente a las instalaciones de compostaje. El número de estas instalaciones se ha incrementando mucho los últimos años (eran 18 en 2006, 44 en 2012). No obstante esta mejora se ha producido muy especialmente en Cataluña, que cuenta con más de la mitad (24) de las instalaciones totales. En las estaciones de compostaje se genera una cantidad cercana a 0,15 millones de t de compost.

Las estaciones de valorización dedicadas al triaje, triaje y compostaje, triaje, biometanización y compostaje reciben alrededor de 11 millones de toneladas de los cerca de 18 millones de residuos mezclados generados en los municipios españoles. De esta entrada cerca de 0,74 millones de t se convierten en materiales (no biodegradables) recuperados. En las estaciones que incluyen tratamiento biológico se genera algo más de 0,7 millones de t de material bioestabilizado (no se puede denominar compost), que tiene utilidad en suelos agrícolas (en menor medida que el compost). Lo más destacable de estas instalaciones, es que tras el triaje se produce un rechazo de entre el 60 y el 78 % del material entrante. Incluso las estaciones de compostaje, que reciben residuos biodegradables separados en origen, generan alrededor de un 32 % de rechazo.

Todos estos residuos rechazados van destinados a operaciones de eliminación (alrededor de 1 millón de t a incineración, y 6,5 millones de t a vertedero). Sumando lo que llega por rechazo y lo que entra directamente tras la recogida, las instalaciones de eliminación acumulan unos 14,4 millones de toneladas de residuos (alrededor del 70 % de los 21 millones de t generados): unos 2 millones en incineración (10 %), unos 12,4 millones en vertedero (60 %).

Por lo tanto únicamente el 30 % de los residuos de competencia municipal se recicla: alrededor de 1,9 millones de t (9 %) de materiales no biodegradables (vidrio, envases, materiales recuperados), un poco más de 1 millón de t de papel y cartón (5 %), y unos 3,4 millones de residuos biodegradables destinados a tratamientos biológicos (16 %).

El objetivo fijado a nivel estatal para el año 2020 es que este porcentaje de reutilización y reciclado del conjunto de residuos de competencia municipal se incremente al 50 %.

En una tercera entrada se compara la situación de España con otros paises de la Unión Europera, y se ve en qué medida se cumplen los objetivos europeos sobre la eliminación en vertedero de residuos municipales biodegradables.

Gestión de residuos municipales en España (1)

Esta entrada y otras dos posteriores pretenden ofrecer una panorámica sobre la situación de la gestión de residuos municipales en España. Los datos que se presentan se han extraído del informe 2013 sobre gestión de residuos del MInisterio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

En los municipios se generan residuos biodegradables (restos de cocina, restauración, parques y jardines, cartón y papel, etc.) y no biodegradables (plásticos y envases de todo tipo, textiles, pilas, etc.). Nos centraremos más en qué ocurre con los primeros.

Antes de detallar qué se hace con los residuos municipales conviene identificar qué tipo de tratamientos se aplican, relacionando los mismos con la terminología y la jerarquía de gestión de residuos que se describieron en una entrada anterior.

Así, los residuos biodegradables son sometidos fundamentalmente a los siguientes tipos de tratamientos:

  • Tratamientos de eliminación: la incineración por un lado, o el vertido por otro.
  • Tratamientos de valorización: fundamentalmente se trata de transformarlos a través de procesos biológicos de digestión, con el fin de obtener un producto estable. Aquí tenemos por un lado el compostaje (o digestión aerobia) y la biometanización (digestión anaerobia). Mediante el compostaje se obtiene compost, y mediante la biometanización se obtiene el llamado biogás (mezcla de metano, dióxido de carbno y otros gases) y un material bioestabilizado (denominado también digestato), que puede a su vez ser o no compostado posteriormente. Dentro de la jerarquía de residuos estos tratamientos biológicos se entienden como operaciones de reciclado.
  • También entraría en la categoría de reciclado, la recogida separada y tratamiento posterior de los residuos de papel y cartón.

Los residuos no biodegradables se pueden también reciclar a través de su recogida separada en origen, de las actividades de clasificación de envases y de recuperación de materiales, y de procesamiento posterior de cada flujo de residuos; y eliminar, de nuevo a traés de su incineración o vertido.

¿En qué instalaciones se realiza todo esto?

A) Instalaciones de valorización:

Dentro de estas tenemos instalaciones (la mayor parte) que lo que reciben son residuos municipales mezclados (lo que se suele llamar también fracción resto). En estas instalaciones hay operaciones de separación (triaje) y a veces también de tratamiento biológico (biometanización, compostaje) de la fracción biodegradable obtenida en el triaje.

  • 5 instalaciones de triaje
  • 63 Instalaciones de triaje y compostaje
  • 25 Instalaciones de triaje, biometanización y compostaje

Otras instalaciones reciben residuos municipales procedentes de la recogida separada en origen.

  • 44 instalaciones de compostaje: reciben residuos  biodegradables (fracción verde, y fracción orgánica recogida separadamente).
  • 94 instalaciones de clasificación de envases: reciben los residuos correspondientes a envases mezclados y los clasifican.
  • El cartón y el papel, y el vidrio y envases de vidrio, se destinan a alguna de estas instalaciones o a otras finales donde se someten a procesado para su reciclado.

B) Instalaciones de eliminación:

  • Incineradoras: los residuos se queman generándose energía eléctrica y cenizas como residuos. Hay únicamente 10 incineradoras en España. En otros países europeos esta opción de eliminación es mucho más habitual.
  • Vertederos: está es la opción más desfavorable desde el punto de vista medioambiental, y más generalizada. Hay 134 vertederos municipales en España. Algo más de la mitad (71) tienen sistemas de captación del biogás generado en la descomposición anaerobia de los residuos biodegradables (Cataluña destaca también en este sentido, de sus 26 vertederos, 25 tiene sistemas de captación). A su vez una parte (minoritaria) de estas 71 instalaciones tienen capacidad para aprovechar dicho biogás. El resto directamente lo quema sin aprovechamiento energético ninguno. Sin ser evidentemente óptima, esta última opción es mejor que simplemente liberar el biogás a la atmósfera, que es lo que ocurre en los 63 vertederos sin capacidad para captar el biogás. Los vertederos son los responsables en España de alrededor del 30 % de las emisiones de metano a la atmósfera. El metano tiene un efecto invernadero 20 veces superior al dióxido de carbono.

En una entrada posterior se analizan los flujos de residuos a lo largo de estas instalaciones.

Prevención y gestión de residuos: definiciones normativas

En dos entradas anteriores se presentaron las definiciones de residuo, residuo doméstico, residuo industrial, biorresiduo, etc., y de subproducto, tal y como establece la Ley 22/2011 de residuos y suelos contaminados, que es la transposición de la Directiva 2008/98/CE.

En la ley también se establecen una serie de definiciones que persiguen distinguir entre prevención, gestión de residuos, recogida, tratamiento, eliminación, valorización, reciclado, etc., que se tratan a continuación.

Antes conviene señalar el artículo 8 de la ley que establece que «la siguiente jerarquía de residuos servirá de orden de prioridades en la legislación y la política sobre la prevención y la gestión de los residuos». Esta jerarquía se suele representar mediante una pirámide invertida para reflejar dichas prioridades:

Jerarquia de residuos

Tenemos entonces como prioridad la prevención (prevention) que tiene que ver con las «medidas adoptadas antes de que una sustancia, material o producto se haya convertido en residuo, para reducir: a) la cantidad de residuo, incluso mediante la reutilización de los productos o el alargamiento de la vida útil de los productos; b) los impactos adversos sobre el medio ambiente y la salud humana de la generación de residuos, o c) el contenido de sustancias nocivas en materiales y productos».

La reutilización (re-use) es por lo tanto una operación de prevención descrita en la norma como «cualquier operación mediante la cual productos o componentes que no sean residuos se utilizan de nuevo con la misma finalidad para la que fueron concebidos».

A continuación tendriamos ya operaciones que constituyen diversas formas de gestionar los residuos, definida la gestión de residuos (waste management) como «la recogida, el transporte y tratamiento de los residuos».

A su vez, recogida (collection): es la  «operación consistente en el acopio de residuos, incluida su clasificación y almacenamiento iniciales con el objeto de transportarlos a una instalación de tratamiento de residuos». Tambien se define en particular la recogida separada (separate collection) como «la recogida en la que un flujo de residuos se mantiene por separado, según su tipo y naturaleza para facilitar un tratamiento específico».

Y por tratamiento (treatment): las operaciones de valorización o eliminación, incluida la preparación anterior a la valorización o eliminación.

Así, por valorización (recovery) se entiende «cualquier operación cuyo resultado principal sea que el residuo sirva a una finalidad útil al sustituir a otros materiales que de otro modo se habrían utilizado para cumplir una función particular, o que el residuo sea preparado para cumplir esa función, en la instalación o en la economía en general».

Dentro de las operaciones de valorización algunas se podrán catalogar también como operaciones preparación para la reutilización (preparing for re-use) definida como «la operación de valorización consistente en la comprobación, limpieza o reparación, mediante la cual productos o componentes de productos que se hayan convertido en residuos se preparan para que puedan reutilizarse sin ninguna otra transformación previa». En el ámbito de las actividades que afectan a los residuos biodegradables generados en la cadena alimentaria no hay muchos ejemplos de este tipo de operaciones.

Las operaciones de valorización de este tipo de residuos generalmente encajan mejor dentro de la categoría de operaciones de reciclado (recycling) que son aquellas mediante las cuales «los materiales de residuos son transformados de nuevo en productos, materiales o sustancias, tanto si es con la finalidad original como con cualquier otra finalidad. Incluye la transformación del material orgánico, pero no la valorización energética ni la transformación en materiales que se vayan a usar como combustibles o para operaciones de relleno». Estas últimas operaciones se corresponderían con otros tipos de valorización.

Por último, la opción menos deseable dentro de la jerarquía de gestión de los residuos es la eliminación (disposal) definida como «cualquier operación que no sea la valorización, incluso cuando la operación tenga como consecuencia secundaria el aprovechamiento de sustancias o energía».

Todos estos términos se han querido reflejar en esta segunda versión de la pirámide invertida de la jerarquía de residuos.

Jerarquia de residuos2

Aprovechamiento del lactosuero

En la elaboración del queso, una vez obtenida la cuajada, esta se rompe y se introduce en moldes para formar los quesos. El líquido que se desprende es el lactosuero. De forma aproximada, por cada 100 litros de leche inicial, entre 80 y 90 litros se convierten en lactosuero. Se trata por lo tanto de un subproducto que se genera en cantidades enormes.

Además de agua, en el lactosuero hay valiosos nutrientes, en particular las proteínas solubles de la leche que no coagulan en el proceso de cuajado, además de sales, lactosa y otros componentes.

Una práctica común y en principio adecuada, es la utilización de este lactosuero para alimentar el ganado, sobre todo porcino. Esto es posible si en en la misma quesería o en las proximidades existe una explotación ganadera que haga uso del subproducto. Cuando no es así, es común su vertido (esto depende del ámbito geográfico y del tamaño de la empresa quesera).

En los países más desarrollados, y en las grandes empresas queseras, es relativamente habitual que el lactosuero se procese mediante distintas técnicas (concentración por evaporación, separación por membranas, secado por atomización, fermentación, etc) para obtener productos (lactosuero en polvo, concentrados, aislados e hidrolizados de proteínas, etc), que tienen a su vez diferentes usos en alimentación humana y animal y en otros ámbitos.

Este video del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina (INTA) habla de una iniciativa de este tipo orientada hacia los pequeños y medianos productores de queso.

Cambiando radicalmente de contexto, encontramos también este otro video publicado en EEUU por «Muscle & Strength». Obviando algunas afirmaciones un tanto bucólicas sobre el cuidado del ganado y otras un tanto «vigoréxicas» sobre las bondades del producto final, el video permite hacerse una idea de cómo es una planta moderna en la que mediante tecnología de separación de membranas y secado, se obtiene proteína de suero lácteo, y se utiliza para elaborar preparados alimenticios destinados a deportistas.