Archivo de la categoría: Consumo y sensibilización

Colaboración Banco de Alimentos de Navarra y Mancomunidad de Pamplona

Noticia (Diario de Navarra, 4/06/2015) relativa al premio en la Exposición Universal de Milán 2015 al convenio de colaboración entre el Banco de Alimentos de Navarra (BAN) y la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP), que ha permitido una mejor gestión de la recogida de alimentos que «tienen próxima la fecha de caducidad o que se encuentran en envases defectuosos». Se recogen entre 1000 y 2.000 kg diarios de alimentos en «71 centros comerciales pertenecientes 21 empresas de la distribución». La MCP financia la recogida diaria por medio de dos furgonetas que recorren diariamente los supermercados y tiendas de alimentación adscritas al convenio. Los alimentos son clasificados por los voluntarios del BAN, y redistribuidos a las entidades de consumo con rapidez.

Se trata realmente de una iniciativa «antidesperdicio» casi única. No es habitual que los bancos de alimentos reciban alimentos de este tipo desde el sector de la distribución minorista. La forma habitual en que los bancos de alimentos se nutren de productos procedentes de la distribución minorista son las «grandes recogidas» que se organizan una o varias veces al año, en las que es la población la que hace la aportación comprando alimentos para el banco.

En youtube hay disponible un vídeo de la Mancomunidad que habla de esta iniciativa.

El sector de distribución alimentaria español dice que no desperdicia

Esta noticia del 3 de junio de 2015 señala la respuesta del sector de la distribución alimentaria española a la Ley francesa de Transición Energética (ver entrada del 22 de mayo).

El sector se pronuncia diciendo que una ley similar no sería necesaria en España, ya que «lleva años implementando políticas «voluntarias» contra el despilfarro que han permitido alcanzar muy buenos resultados», y defendiendo que en España «solo el 5% del desperdicio se genera en la fase de distribución, mientras que el consumidor es el responsable del grueso del despilfarro, con una cuota superior al 40%».

Documental «Cowspiracy»

Cowspiracy el secreto de la sostenibilidad es un documental del año 2014 que parece estar causando un efecto mediático importante, sobre todo en EEUU. Sus autores, Kip Andhersen y Keegan Kuhn, ambos estadounidenses, ponen de relieve el impacto de la producción animal sobre el medioambiente y, principalmente, persiguen denunciar el hecho de que, a su juicio, ni las administraciones medioambientales ni muchas de las grandes organizaciones ecologistas tienen este tema entre sus objetivos prioritarios.

El documental está disponible en Netflix. También se puede descargar en su página web http://www.cowspiracy.com/.

¿Causas según la FAO de las pérdidas y desperdicio de alimentos? (y 4)

Una vez cuantificadas las pérdidas e identificado su origen en la cadena de suministros de alimentos (CSA), veamos qué motiva dichas pérdidas según la FAO.  En el documento «pérdidas y desperdicio de alimentos en el mundo – alcance, causas y prevención» (FAO, 2012), se señalan diferentes causas, todas ellas de carácter genérico, que se presentan a continuación. Entre comillas se presentan frases extraídas literalmente del documento.

En lo que se refiere a los países industrializados:

  • «Se pierden (tiran) alimentos cuando la producción excede la demanda». La producción agrícola está sujeta a imponderables como el mal tiempo, los ataques de plagas. Esto obliga a veces a que los agricultores planifiquen producciones por encima de las necesarias, para tener una mayor garantía de que podrán entregar las cantidades acordadas. Las producciones excedentarias muchas veces ni si quiera entran en la CSA.
  • «Los supermercados imponen altos «estándares estéticos» para los productos frescos». Esta es una realidad ampliamente señalada que afecta principalmente a tubérculos, frutas y hortalizas. La normativas y las empresas de distribución marcan unos estándares de calidad sobre peso, calibre y apariencia que provocan que parte de las producciones no lleguen a comercializarse.
  • «Tirar es más barato que utilizar o reutilizar». Esto hace referencia a procesos que tienen lugar en las industrias alimentarias en los que partes comestibles de las materias primas son eliminadas con vistas a obtener un producto final de características homogéneas. Estas partes a veces se redirigen a la obtención de otros productos para consumo humano, pero en muchas ocasiones se tiran, por resultar la opción más barata y cómoda.
  • «La gran cantidad de alimentos en las estanterías y la amplia variedad de productos y marcas disponibles…» Los consumidores estamos acostumbrados a disponer de una amplia variedad de productos en las tiendas. De hecho es lo que esperamos y exigímos, sin ser conscientes de que esta variada oferta de alimentos aumenta las posiblidades de que una parte de ellos acabe caducando antes de que se venda.
  • «El alto poder adquisitivo y la actitud del consumidor conllevan un alto desperdicio de alimentos en los países industrializados». Muchos de nosotros podemos permitirnos el lujo de desperdiciar comida. La cantidad de alimentos disponibles por persona en tiendas y restaurantes es enorme. Hay una gran incitación a la adquisición en tiendas o al consumo en restaurantes de comida a bajo precio y en cantidades superiores a las finalmente consumidas.

En los países en desarrollo:

  • «En los países en desarrollo, y a veces en los países desarrollados, se pierden en alimentos debido una recolección prematura». Esto ocurre motivado por deficiencias alimentarias o necesidad imperiosa de dinero. Los alimentos recolectados antes de tiempo tienen menor valor nutritivo y económico y pueden desperdiciarse si no son adecuados para el consumo.
  • «Las escasas instalaciones de almacenamiento y la falta de infraestructuras causan pérdidas de alimentos durante la poscosecha» de productos frescos. Las infraestructuras de transporte y energía son muy deficientes en muchos países en desarrollo, limitando así las posibilidades de comercialización de muchos productos frescos. Las instalaciones de almacenamiento y tratamiento poscosecha (y pos-sacrificio) son escasas,  suelen tener muchas deficiencias constructivas, habitualmente carecen de sistemas de refrigeración, se gestionan de forma poco eficiente.
  • «La falta de instalaciones de procesamiento». No hay capacidad para procesar y conservar productos frescos. Las instalaciones de procesamiento suelen suponer un coste de inversión importante, difícil de recuperar, sobre todo en aquellas instalaciones cuya actividad no se prolonga más allá de unos meses al año, en función de la estacionalidad de la producción.
  • «Sistemas comerciales inadecuados». Escasez de instalaciones de mayoristas, supermercados y vendedores minoristas con condiciones adecuadas de almacenamiento y venta de alimentos.
  • El desconocimiento conduce a la pérdida de inocuidad de muchos alimentos.  Además de la escasez de infraestructuras e instalaciones apropiadas de almacenamiento, procesamiento y distribución (ver ejemplos en Mozambique); en muchos países en desarrollo es muy difícil cumplir con unos estándares mínimos de inocuidad alimentaria, debido también a una falta de conocimiento y capacidad por parte de los distintos operadores de la CSA para aplicar prácticas de manejo alimentario adecuadas. Es habitual el uso de agua contaminada, el mal uso de pesticidas y de medicamentos veterinarios; el desconocimiento de las buenas prácticas de manipulación de alimentos, etc.

¿Cuánto alimento dice la FAO que se pierde y desperdicia en el mundo? (3)

Tras las entradas 1 y 2 sobre este tema, merece la pena detenerse a analizar en qué etapas concretas de la cadena de suministro alimentario (CSA) se producen las pérdidas de alimentos (FAO 2012, HLVP, 2014).

En estos gráficos se puede observar la distribución de las pérdidas y desperdicio en los cinco segmentos de la CSA (producción primaria, poscosecha o pos-sacrificio/pos captura, procesamiento, distribución y venta, y consumo final),  de distintos tipos de alimentos en las distintas regiones del mundo.

Pérdidas en consumo. Se vuelve a constatar cómo en las regiones más ricas la proporción de pérdidas asignables al desperdicio (consumo) de todos los productos es muy superior que en las regiones pobres del mundo. Entre los productos de origen vegetal, el desperdicio es muy imporante en las frutas y hortalizas, y es muy escandaloso el caso de los cereales (más del 60 % de las pérdidas registradas en las dos zonas más privilegidas se sitúan en el eslabón del consumo de alimentos). También resulta extremadamente elevado el desperdicio en estas regiones en los segmentos de productos de origen animal, debido en parte al alto consumo per capita.

Pérdidas en las etapas de la CSA previas al consumo. Este aspecto conviene analizarlo grupo por grupo de alimentos:

Cereales. Las pérdidas son relativamente bajas en los países de ingresos altos (cultivo dominante es el trigo). En los países de ingresos bajos (donde el cultivo predominante es el arroz, sobretodo en Asia meridional y sudoriental) las pérdidas se concentran en las etapas de producción agrícola y el manejo poscosecha y almacenamiento.

Raíces y tubérculos. En los países de igresos altos y medianos (Asia industrializada) hay una gran pérdida en la fase de producción agricola. En los países de ingresos bajos, además de la producción primaria, adquiere mucha importancia las etapas de poscosecha y almacenamiento.

Frutas y hortalizas. En los países ricos de nuevo la fase de producción agrícola es la etapa con mayores pérdidas. En los países en desarrollo las pérdidas se producen en todas las etapas previas al consumo, debido en buena parte a que muchos de estos países tienen climas calientes y húmedos y no tienen capacidades para la conservación de este tipo de productos frescos rápidamente deteriorables, que se suelen producir en grandes cantidades en determinados periodos estacionales.

Oleaginosas y legumbres. Estos son los productos de origen vegetal con menores pérdidas. Estas se concentran fundamentalmente en la etapa inicial de producción. El resto de etapas son bastante eficientes, sobre todo las fases finales de distribución y consumo, en buena parte debido al hecho ya señalado de que los cultivos oleaginosos se consumen principalmente como aceites vegetales, que se deterioran y desperdician relativamente poco.

Carne y productos cárnicos. En los paises en desarrollo las pérdidas se reparten de forma bastante equitativa en las distintas etapas de la CSA. En el caso de África subsahariana, destaca el segmento de producción primaria, debido a la alta mortalidad de animales causada por las frecuentes enfermendades en la cría del ganado, aspecto este que está muy controlado en los países más industrializados.

Pescado y mariscos. Las pérdidas en la fase inicial de pesca son muy significativas, sobre todo en las regiones industrializadas, debido al descarte de de entre un 9 y un 15 % de las capturas. En los países en desarrollo el descarte ronda el 6-8 %, y hay pérdidas importantes en las etapas de procesamiento y de distribución de productos frescos debido a elevados índices de deterioro.

Leche y productos lácteos.  En los países industrializados las pérdidas en la producción primaria tienen cierta significacia (3-4 % de pérdidas) debido a las enfermedades que afectan a las vacas lecheras (mastitis). En cambio las pérdidas en las etapas posordeño, procesamiento y distribución son mínimas, al contrario de lo que ocurre en los países en desarrollo, en los que se produce un fuerte deterioro de la leche durante estas etapas previas al consumo.

En una cuarta entrada se presentan las causas que según la FAO dan lugar a las pérdidas de alimentos.